Patrimonio

-La Fuente-

Se trata de un yacimiento de agua natural, donde en tiempos pasados se daba de beber a los animales que pastaban por aquella zona.

-EL LAVADERO-

El lavadero se encuentra situado junto a la fuente, ya que antiguamente no había agua corriente en las casas e iban al lavadero a hacer “la colada”, donde además de lavar la ropa, este lugar, servía como punto de encuentro y de tertulia para las mujeres del pueblo. En el año 2007, el lavadero fue restaurado para mantener vivo el recuerdo de tiempos pasados.

Para saber un poco más os presentamos la siguiente bibliografía:

Asensio Posadas, M.T. (2007). La colada tradicional y el lavado a mano. Cuadernos del Baile de San Roque: revista de etnología, (20), 11-22.

-LA IGLESIA PARROQUIAL-

La Iglesia parroquial de Las Anorias se encuentra ubica entre las calles San Francisco y Santa Rita, esta última hace honor al nombre de la parroquia y a la patrona del municipio. El templo es de nave única con una torre campanario, y la entrada al templo se realiza por uno de los laterales. En la zona central y posterior del altar se sitúa la imagen del Cristo de la Agonía, a la derecha de dicha imagen se encuentra el sagrario y a la izquierda, de la imagen del Cristo de la Agonía, se ubica la imagen de la patrona de la localidad, Santa Rita de Casia. La imagen de Santa Rita de Casia es la única imagen anterior a la Guerra Civil Española (1936-1939) que se conserva hasta la fecha en dicha localidad, ya que fue protegida y custodiada por los aldeanos, con el objetivo de evitar su destrucción como había sucedido con muchas de las imágenes de diferentes localidades de la provincia durante este periodo. Igualmente, en el interior podemos encontrar las imágenes de la Inmaculada Concepción de María, San Antonio Abad, Santa Lucía y San Isidro Labrador.

-LA CUEVA DE LA MUELA-

Entre los monumentos arqueológicos y representativos de esta pedanía, se destaca la Cueva de la Muela, mayormente conocida entre sus vecinos como el “Tesoro de Las Anorias”, y como todo sobrenombre tiene su propia leyenda.

Dicha leyenda comenzó cuando “Fernandete”, paisano del pueblo, quedó ciego. Una noche, mientras dormía apaciblemente, soñó que en la Cueva de la Muela se encontraba enterrado un tesoro. Ante tal situación, “Fernandete” se dispuso a reunir a doce de sus paisanos, que terminaron convenciéndose de ese sueño. Cada noche, los doce creyentes excavaban y excavaban, pero siempre a escondidas de los demás paisanos del pueblo, pues convencidos de que el tesoro se encontraba en ese lugar no querían repartirlo con ningún otro aldeano. Lograron cavar un hoyo de 3,5 metros de diámetro por 3 metros de profundidad, además de 5 metros de galería, la cual partía del fondo del pozo. Tiempo después, “Fernandete” advirtió a sus creyentes de que el tesoro se lo habían dejado situado hacia la izquierda, y éstos confusos y desconfiados abandonaron la excavación y el tiempo lo olvidó todo.